El estudio asociado a esta iniciativa se llevó a cabo entre el 30 de agosto de 2021 y el 30 de junio de 2022 en India, un país con una alta prevalencia de diabetes. Se analizaron las voces de 267 participantes no diabéticos (79 mujeres y 113 hombres) y 75 diabéticos (18 mujeres y 57 hombres). Utilizando una aplicación móvil, se grabó la misma frase hasta seis veces al día durante dos semanas, resultando en un total de 18,465 grabaciones.
Los investigadores examinaron catorce características acústicas que son imperceptibles al oído humano, como cambios en el tono y la intensidad. Estas variaciones se utilizaron para desarrollar un modelo de IA capaz de distinguir entre individuos con y sin diabetes tipo 2. El modelo mostró una precisión del 89% para mujeres y del 86% para hombres, cifras comparables a las obtenidas con pruebas tradicionales de glucosa en sangre.
Se ha creado una aplicación móvil que actualmente se encuentra en fase beta y está siendo revisada por las autoridades sanitarias canadienses para su clasificación como Software as a Medical Device (SaMD). Además, hay planes para expandir la investigación hacia otras áreas, como la prediabetes y la salud cardiovascular.
Jaycee Kaufman, autora del estudio, destacó que este enfoque podría transformar la detección de diabetes, eliminando barreras como el tiempo, los costos y los desplazamientos asociados a los métodos tradicionales. La tecnología vocal tiene el potencial de hacer que el diagnóstico sea más accesible y eficiente.
Este avance no solo ha sido reconocido con el Grand Prix en Cannes Lions 2024, sino que también obtuvo un León de Oro en Pharma, subrayando su impacto significativo en el ámbito de la salud.
Riesgos Potenciales
Aunque el proyecto "Voice 2 Diabetes" representa un avance significativo en el diagnóstico de la diabetes tipo 2, no está exento de preocupaciones. Los críticos y defensores de la protección de datos advierten sobre los riesgos de abuso que esta tecnología tiene: Imagina que esta tecnología de análisis de voz se utiliza sin consentimiento en lugares como empresas o centros de llamadas de seguros médicos. Podría ser usada para evaluar el estado de salud de empleados o clientes sin que ellos lo sepan. Esta invasión de privacidad plantea serias preocupaciones sobre los límites éticos y el consentimiento informado.
Establecer límites claros para el uso del análisis de voz en el diagnóstico médico no es tarea de los científicos. Es aquí donde entra en juego la política. Es responsabilidad de los legisladores crear un marco que garantice que estas tecnologías se utilicen de manera ética y segura, protegiendo siempre la privacidad y los derechos de los individuos.
En definitiva, aunque los avances en la detección de enfermedades a través de la voz son prometedores, no podemos dejar de lado las implicaciones éticas y sociales que su mal uso podría conllevar. La tecnología debe ir acompañada de una regulación firme y bien definida para que los beneficios no se conviertan en riesgos.